Divendres i les notícies ens omplen camins nous, uns ens porten a l’esperança com Mario Capecchi, premi Nobel de MEDICINA, (dirige el laboratorio de la Universidad de Utaah, y nos dice) : “No habrá una vacuna de la Covid- 19 sino un cóctel de vacunas”.
Y le preguntan:
¿Por qué nos han vuelto a pillar?
Porque es más fácil salir corriendo que estudiarlo durante décadas. Si hubiéramos invertido en investigar vacunas del SARS- CoV-1, que es muy similar a la Covid-19, ahora, encontrar la nueva, hubiera sido fácil y rápido. Estaríamos ahorrando.
¿Quién cree que la conseguirá antes?
Mi favorito es el grupo de Oxford y sus 3000 voluntarios.
Héroes.
Pero no deberían ser héroes solitarios. La OMS debe ser, al fin, una auténtica organización mundial y gestionar la vacuna para que sea tan universal como el virus.”
- I altres notícies que sí, les escolto, pero continuo el consell que fa molt temps em va dona la Anji Carmelo:
“Todo cuanto leas, te digan, veas, … si te va bien, tómalo en tu caminar; todo aquello que no te ayude, en la primera papelera que encuentres, échalo”.
Desde entonces, así lo hago.
- – Hoy Marina Tardío Cruz, del Grupo de Montnegre comparte una emotiva carta a sus padres fallecidos.
Carta a los Abus
Papá y mamá:
Que ganas tenía de escribiros. Ya hace un tiempo que no lo hacía.
Lola, esta semana, me ha pasado el reto que os escriba una carta… No hace falta que os diga lo afortunada y agradecida que estoy con Lola que se cruzará en mi vida, en esos difíciles momentos que marchasteis.
Han pasado ya unos cuantos meses, de aquella tarde de noviembre que Lola me recibía con un pequeño y GRAN grupo, ¿os acordáis papá y mamá cómo me presenté? Lágrimas, dolor, rabia y culpa. Pero luego llegaron todas esas tardes de terapia, trabajando cada uno nuestros caminos, compartiendo la sabiduría de los cuentos que Lola nos leía… y recordándonos, en mi caso, que no tuviera prisa por avanzar. Alguna de esas tardes fluyeron sentimientos, descargado mochilas e incluso alguna que otra risa.
A veces pienso que, quizás, me guiasteis a Lola y al Grupo, quienes me han ayudado a aceptar vuestra marcha; que se disipara mi rabia; la culpa… y a llenar ese vacío con todo el amor que os tengo ¡¡¡que es lo más grande!!!
Hoy, puedo decir que estoy más en paz, pero no os voy a engañar que os añorooooo mucho y que aún tengo trabajo por delante pero, esta vez, lo afronto con muchos destellos de ilusión, que, por cierto, quiero deciros que habéis sido abuelos de nuevo, pues llegó Lucía a nuestras vidas, ¡felicidades Abus!
Bueno…, me despido por hoy con esta breve carta que os he escrito y, como siempre, deciros lo ¡MUCHÍSIMO que os quiero!
P.D.: Se me olvidaba que quería decir vuestros nombres: JOSÉ ANTONIO y MARINA, porque ya no me duele ni escribirlos ni pronunciarlos.
- – Mi sentir (Lola)
“Durante mis cuarenta y cinco años había vivido las muertes de mis abuelos, de mi hermano pequeño, de mi suegro, de mi cuñado, con dolor, acordándome siempre de ellos con cariño, habiendo deseado vivirlos más años para enriquecerme de todos ellos con su manera de ser, por lo que me querían, por ser parte de una gran familia que menguaba porque el azar o la enfermedad o la vejez, hacía acto de presencia en un momento puntual y debías aceptarlo como lógico.
Después de cada una de estas muertes se desencadenaba un mecanismo social que, sin querer, o queriendo, es el de “querer olvidar”, pues poco a poco se dejaba de hablar de aquél ser querido.
Cuando salían en alguna conversación, otro intentaba cambiarla con un tema distinto y, sin darte cuenta, pasaba a ser un recuerdo que yo guardaba para mí en algún trocito de mi corazón, que no se me permitía compartir y jugaba al mecanismo que, como he dicho, del no hablar, de olvidar y sustituirlo sin darse cuenta de que “sin ellos, también se puede vivir”.
Pero la verdad es que siempre los he tenido muy presentes”.
(Texto extraído de mi libro “Tengo un Ángel en el Cielo”):(sic).
Hoy Marina nos habla de sus padres y me he emocionado cuando he leído su escrito.
Con la naturalidad que la caracteriza y su sensibilidad cuando habla, no esconde sus sentimientos, todo lo contrario, nos da a todos quienes la leáis la oportunidad de dar voz y hablar de todos nuestros padres, hermanos, abuelos, amigos, seres queridos… que nos han dicho adiós y no teme ni creo que ha pensado en el qué dirán.
Has cerrado la puerta al miedo y das a conocer esos sentimientos que quedaron en el recuerdo de nuestro corazón y nuestra sociedad nos enseñó a jugar otra partida para que olvidáramos nuestro dolor y volviéramos a sonreír.
Es entonces cuando Marina nos habla de lo mucho que quiere a sus padres, que no los va a olvidar nunca. Que hablar de ellos es hablarnos del amor que, mientras viva, les profesará y que es una lección que todos deberíamos aprender cuando nuestros padres y nuestros seres queridos, nos dicen ese adiós que tanto duele. Que hablar de ellos, que tenerlos presentes, es el camino para que no se enquiste el dolor en nuestros corazones y que se llene el vacío que debemos llevar en soledad con ese amor y enseñanzas que, como riqueza, nos dejaron como legado.
Quizás no todos vivimos los mismos padres. Pero sí nos dieron la vida y gracias a ellos conocimos a nuestros maridos, esposas, a nuestros hijos, a nuestros hermanos, a nuestros amigos,… y por todos ellos y por ti Marina, ¡Gracias!
Lola
Cuideu-vos, cuidaros
Una abraçada i fins dimarts
Maria Dolors Estivill i Martínez
Como siempre entrar aquí o escuchar a personas que llevan años de experiencia, cosa que me falta a mí pues David el día 15 serán 5 meses… Nada con vuestras trayectorias y recorridos… Me queda tantooo
Leyeros es como estar escuyando vuestras voces e imagino la historia y las personas en este caso vuestras familias de todos los que escribís… Cada día me siento más cercana intento coger tus ejemplos Lola, que lo que no te hace bien a la papelera. Que haríamos las personas que lo tenemos tan reciente sin vuestras palabras vuestros consejos. Gracias mil veces Lola.
Gracias, siempre os digo lo mismo, pero es lo único k me sale escribir.Por los consejos, setimientos, pena y dolor. Pero con vuestra ayuda, saldremos adelante, a una nos costará más y a otras, menos. Hay k tener esperanza y desearlo con todas nuestras fuerzas. Gracias compañeras.Gracias Lola