TEMA: “NUEVOS VÍNCULOS: LOS GRUPOS DE DUELO”
INTRODUCCIÓN:
Hoy también me gustaría poder llegar a todos con la esperanza que las vacunas y medicaciones, nos libren pronto de este malicioso virus que tantas vidas ha arrebatado de nuestro lado y deciros que aunque tampoco se haya encontrado la “vacuna” contra el dolor, la tristeza, la añoranza y la impotencia ante la muerte, los tres Grupos de los que somos responsables, estarán a vuestro lado cuando necesitéis el espacio, para encontrar las herramientas y los recursos que cada uno de vosotros necesitéis y tenéis, en este proceso de pérdida de un ser querido cuando se abran los Grupos Presenciales.
Pido también, ante la relajación de medidas que empiezo a oír, que no os precipitéis ante los consejos, mensajes, hipótesis…, porqué este virus no está derrotado, ni vencido. Se disfraza de distintas variantes para dar los últimos coletazos y complicar, en un momento dado, un espacio, una estación, le da igual verano que invierno, para que no nos olvidemos que existe, y “que la medicación que se necesitaría para erradicar el problema”, se resiste aún a darnos la seguridad que hoy necesitamos ante la enfermedad y las consecuencias derivadas de ella a muchos quienes la sobreviven con una gran carga viral y un largo tiempo de Hospital.
¡¡¡Cuidaros!!!
- NUEVOS VÍNCULOS: LOS GRUPOS DE DUELO, por Rosa M.
Cuando la vida te arrebata a un ser querido, uno de aquellos seres que para ti son un pilar de tu vida, en tu mente surgen palabras y acciones que jamás habías valorado en su plenitud.
De pronto sabes:
Qué es sentirse vacío, qué es sentir un dolor que te desgarra. Notas que empiezas a sentir un odio profundo hacia algunas personas, lugares u objetos. Tu escala de valores cambia y te sientes en la antesala de la locura. Muchas de las situaciones que se viven al comenzar un duelo son casi imposibles de soportar y de entender…. Esa es la parte más difícil. Cuando te asaltan miles de preguntas y miles de cosas nuevas y temes estar cruzando la línea roja de la sin razón.
Pero puedes tener la fortuna de que se te abra la puerta de entrada a un grupo de desconocidos absolutos que, de entrada y a priori, no tienen nada que ver contigo y a los que saludas con timidez el primer día. Te vas dando cuenta de que todos los que están allí tienen tu mismo dolor, están en una situación similar a la tuya aunque lleguéis de mundos distintos, de maneras de ser también distintas. Pero percibes enseguida que todos ellos están viviendo y sufriendo lo mismo que tú y por eso pueden entenderte. En los grupos de duelo siempre hay personas que acaban de llegar y otros que con más tiempo de trabajo ya han creado herramientas, están en un estadio superior y que, aunque no hayan llegado aún al otro lado, van subiendo escalones importantes de esa montaña que tienen delante.
Entonces te dices a ti mismo: – si ellos están aquí, si ya están reconstruyendo una vida digna de ser vivida, con paz interior y están dispuestos a compartir, también un día yo llegaré aunque todavía me falta hacer camino.
Hay muchas cosas que callas cuando estás a solas por temer la opinión de los demás. No quieres que sepan que sientes o piensas.
Te dices a ti mismo: Le hablo a una foto, oigo la llave en la puerta a la hora en que solía llegar, parece que oigo sus pisadas, me parece oír su risa… ¿qué me ocurre? Pero entonces llega el apoyo del Grupo y ellos te responden YO TAMBIEN HE PASADO POR ESTA FASE.
Estos y otros muchos ejemplos van saliendo en los temas tratados en la sala y en las conversaciones que surgen de cada uno de los componentes y muchas de las cosas que pensabas que eran el colmo de los colmos resulta que la mayoría del grupo lo ha vivido y ha aprendido que el mundo de fuera no nos puede entender pero que con mucho trabajo y creando herramientas serás tú quien les entenderás a ellos. Al poco tiempo el Grupo se convierte en un pequeño oasis donde cada 15 días y durante 3 horas te sientes acompañado, entendido, comprendido hasta la raíz y sobre todo arropado por una terapeuta que lo dirige con maestría y respeto total y también por todo el entorno con el que puedes compartir confidencias, sin ningún temor, ni vergüenza y al poco tiempo te das cuenta de que estás montando una familia nueva con esos desconocidos y aunque de la mayoría sigues sin saber ni su apellido ni su profesión, (porque no lo necesitas), sabes que son un pack, un colchón confortable para tu dolor y descanso para coger impulso, para crecer y valorar de nuevo lo que tienes, que es muchísimo. La amistad y el respaldo quedan para siempre entre todos.
Los seres humanos aprendemos a fuerza de vivir y empezamos a valorar lo que de verdad importa, a partir de esos momentos terribles y duros con los que nos enfrentamos todos durante nuestra vida.
¡Gracias grupos por cuánto me habéis enseñado y por cómo me habéis ayudado a remontar!
Rosa María M.
- NUEVOS VÍNCULOS: LOS GRUPOS DE DUELO, por Montse Larré.
Cuando alguien te descubre la existencia de los grupos de duelo, ni te imaginas de qué se trata, solo vagamente te viene a la mente de que pueda ser un lugar oscuro, dedicado a llorar y llorar y lamentarse de la mala suerte que ha recaído sobre nuestras existencias.
Arrastrada por los amigos y por esa inercia que te lleva a intentar encontrar un pequeño bálsamo a esa herida que no hay manera de intentar apaciguar, aterrizamos en esa sala en la que Lola nos recibe con todo el cariño del mundo y te da la sensación que entras en una nueva etapa de tu vida desconocida, junto con personas que están pasando lo mismo que nosotros y estás a la expectativa a ver qué pasa.
Miras a los ojos de esas personas con ojos llorosos y tristes, unos más tranquilos que otros deduciendo que lo que les diferencia unos de otros, es la cantidad de tardes que llevan asistiendo a esas reuniones.
Me es muy difícil definir el sentimiento que me une a ellas, las miradas intercambiadas en esas sesiones lo explican todo, nadie como ellos y ellas pueden entender lo que tú estas sintiendo porque como dice la frase popular: “están en tus mismos zapatos” y la verdad es que no hay frase menos académica que define la empatía de forma más cierta posible.
A medida que vas entrando en ese Grupo, te das cuenta que ellos van entrando en tu vida creando unos lazos y que llegan a convertirse en nuestra nueva familia. Siempre hay una frase, una experiencia en ese largo camino del duelo, en el que te sientes totalmente identificado y juntos intentamos poder encontrar ese objetivo que nos proponemos y es el de poder dar un nuevo sentido a nuestra vida, cada uno centrándose en esos haberes que tenemos después de haber partido esa persona a la que tanto queremos.
Entre las personas que yo he conocido durante este tiempo, ha habido perfiles de todo tipo de ideologías, tanto políticas, religiosas, culturales, etc. y nunca he encontrado un respeto tan exquisito, ese mutuo dolor nos une con lazos tan fuertes que me ha llevado a pensar que el ser humano, tan curioso e impredecible, tiene que pasar vivencias muy duras para que dejemos de lado nuestras diferencias y enfoquemos nuestras relaciones en lo que nos une, es difícil pero, por experiencia, os puedo decir que el tiempo trabajado juntos ha sido la experiencia más positiva que he tenido en mi vida.
Montse Larré.
- Nuevos vínculos: los Grupos de duelo, por Maria Dolors Estivill (Lola)
Este tema es uno de los más bonitos que nacen de estos Grupos “los vínculos afectivos y verdaderos”, que con el tiempo ves que con ellos se resurge de las cenizas de la muerte de un ser querido y estos son para siempre.
Este trabajo hecho en Sala se va tejiendo como una tela de araña de sentimientos, lágrimas, reflexiones…y de un nuevo caminar.
Se construye desde un compartir y de la ayuda que nace entre compañeros de un viaje largo y duro, para seguir viviendo.
Con el tiempo van empatizando de tal manera unos con otros que, parte de ellos, aún después de muchos años, siguen con una gran amistad ayudándose en otros momentos de su vida.
Son vivencias para mí, que como un mar de buenos recuerdos después de tantos años, siguen alimentando mi mundo en el voluntariado.
Os adjunto dos escritos que hace años me regalaron dos padres, los que presenté y registré para mi trabajo de postgrado y que aún hoy vivo como ayer, los mismos sentimientos que se repiten en el tiempo en cada uno de los Grupos.
Hace 18 años un padre, muerto de dolor por la muerte de su hijo y en una charla que entonces una vez al mes impartía una conferenciante, le preguntó: ¿y cómo crees vas a construir un mundo nuevo? Enmudeció y le contestó, “un día te daré la respuesta”.
Un mes después, antes de dar la palabra a los asistentes tras su charla, ese padre levantó la mano y pidió la palabra. Sé la respuesta, dime: ¿cuál es la respuesta? Con unos ojos que nos hablaban de dolor y tristeza, le contestó, “mi mundo lo construiré de las cenizas”.
Hoy, junto a este pequeño relato, adjunto la carta que ese padre me regaló para añadir al trabajo que presenté en mi postgrado y la síntesis del escrito de otro padre, y del mismo Grupo, que accedieron a mi petición.
La pregunta fue ¿Qué es para ti el Centro, el Grupo…? Y él redactó:
Es el lugar donde puedes expresar y dar rienda suelta a todos tus sentimientos, al dolor, la rabia y la impotencia. Pero también es el lugar donde únicamente te sientes comprendido, entendido. Cosa que anhelas debido a que la sociedad y hasta la propia familia no entiende tu situación. Porque la pérdida de un hijo es lo peor que le puede pasar a una familia.
Quedas tan destrozado que lo único que deseas es morirte, después intentas buscar ayuda médica, psiquiátrica y sobre todo echas mano de esas dichosas pastillas que lo único que hacen es enmascarar el problema.
Después tienes la gran suerte de llegar al centro y de pronto te das cuenta de que no estás solo, que hay mucha gente como tú.
En el momento que llegas, llegas tan mal que no eres capaz ni de hablar y cuando te dan la palabra e intentas abrir la boca, la palabra se convierte en llanto. En ese momento se hace un silencio tan respetuoso que impresiona. Luego conforme va pasando el tiempo empiezas a ver la luz que hay al final del túnel.
Empiezas a caminar y lo más importante: por primera vez aprendes a sonreír, y donde un simple sueño te ayuda a ver la vida de otra manera.
Pero hay algo muy importante: la única medicina que hay allí se reparte en grandes dosis y que no puedes encontrar en farmacias ni laboratorios es el amor incondicional que se recibe.
Esplugas de Llobregat 5 de diciembre de 2003
Pedro, padre de ISAAC
Del segundo escrito añado sólo la síntesis de todo lo redactado por Eusebio, padre de Albert:
El Centro es:
- Es la unión de personas que viven un duelo por la pérdida de un hijo.
- Donde el hablar, todos te comprenden, sin importar el idioma en que te expreses.
- Donde puedes llorar sin que te digan que te sobrepongas o que debes de hacerlo.
- Donde el consuelo lo encuentras en la voluntad que tienen todos de estar contigo.
- Donde la compasión se transforma en respeto.
- Donde puedes satisfacer tu necesidad de hablar, todos te escuchan.
- Es la comunión de padres e hijos con el dolor y la esperanza.
…Qué es el centro…?
- El centro, el Grupo… es el albergue del camino del duelo
Castelldefels 12 Diciembre de 2002
Eusebio, padre de Albert
La fuerza de un Grupo está en la sabiduría que todos poseemos y que compartimos. Es el espacio sin tiempo para elaborar y reflexionar todo cuanto sin sentido tiene la muerte de un ser querido y les das la oportunidad de transformar el dolor en sabiduría.
Este saber al que llegas, se encuentra compartiendo el dolor con el resto de quienes participan en el Grupo. Todos ellos aún creyéndose los más desgraciados, los más atemorizados ante todo cuanto han de vivir, me han sabido trasmitir el valor de una vida que he aprendido a amar. Todos ellos me han dado la fuerza, el cariño, el apoyo moral y psíquico que como el mejor de los consejeros, sin ellos saberlo, he recibido como bálsamo a mi desventura y me han dado lecciones de amor que han trasformado mi dolor en valor y seguridad ante todo cuanto he vivido y vivo.
Creo que la función del Grupo es del todo gratificante cuando te das cuenta, poco a poco, del cambio gradual que todos hacen en la búsqueda de un saber vivir con calidad, sin la superficialidad y el materialismo a lo que, a veces, la sociedad le da valores incorrectos para corretear por un mundo donde se vende una imagen falsa de lo que es la felicidad.
Maria Dolors Estivill( Lola)
Fins el proper divendres dia 25 de juny de 2021.
Un abrazo. Una abraçada
Maria Dolors Estivill Martínez (Lola)
No oblidaré mai els meus primers dijous al grup (aviat fará deu anys. La Montse, la Manoli, a quina de les tres pitxor. Jo com ja saps, no em creia res de tot alló que ens deies. Em semblava tot teoria. Al poc temps vaig començar a canviar d’opinió. Gràcies per tot el que ens vas fer veure i entendre. Ara torno a ser la Dolors i encara que diferent, FeLiÇ
Yo sigo pensando…..¿yo k hago aki, estoy sola? Mi hija m riñe x k ya es tiempo d k no llore.K ellos recuerdan Bruno con chistes y tonterias para hacerles reir. ¿Será lo mismo Dios mio? Besos.