De nuevo contigo Navidad

Hace días que sueño en contarte y resumirte cuanto he vivido este año y no me es fácil. Quizás ha llegado el momento de pasar viviéndote en un dialogo interno, acercándome y escuchándote en mi silencio y es entonces cuando encuentro la unión que me tienes atrapada desde la niñez y más tarde puedo entender los porqués que busqué en esas calles sin salida que jamás me contarías. He trabajado muchísimo, fácil no es, pero he aprendido a vivirte de nuevo, a saborear cada momento como único e irrepetible, y he encontrado en las miles de lágrimas y sonrisas, por quien vale la pena vivir y mi sentido de vida.

Sigo siendo la soñadora de siempre, y por eso para que te conozcan un poquito, Navidad, porque cómoda muchas veces no eres, he debido desgranarte poco a poco.

Te cuento, en primer lugar, vienes al finalizar el año y cuando veo el camino recorrido entiendo el cansancio de un viejo año que he debido recorrer y me siento en un árbol, mi árbol que tallaron un día también en Navidad y quedó parte de él para sentarme, pararme, reflexionar y seguir reparando mi corazón.

“Dicen que quién para, repara”, y creo que así es. Entonces me siento afortunada.

Por si no Io sabes, tengo numerosas familias para acompañar y sí me he de parar año tras año para cargarme de esta energía de cielo que de él necesito para seguir, la buscaré.

Ah! por si Io has olvidado, mi compañera de viaje sé llama esperanza, pero necesito otra quizás ahora más importante para mí, a la que persigo todos los días porque sé que ésta existe, pero a veces se desliza suavemente, se duerme y siento que como un perfume la debo pedir todos los días porque escasea. Se llama fe. Con ellas luego aterrizo a tu realidad física y ya te comenté que hacías mucho ruido y a todos no agradas pero a mí me tienes atrapada en miles de recuerdos bonitos y quiero seguir generando más, para dejarlos como herencia a mis nietos a los que adoro y a todos a quienes les encanta mi cuento de “las lentejas” que año tras año explico a quienes me quieren escuchar, para vivirte mejor.

Hoy solo te digo que, cuando veo las luces que iluminan nuestras ciudades, y pueblos, estas miles de luces que brillan en los abetos, estos pequeños belenes con pequeñas figuritas que los niños miran embelesados y

juegan con ellos buscando cada día donde colocarlos, pienso que detrás de todo ello, hay un trabajo para todos quienes con su maestría y quizás con dolor y problemas encuentran trabajo estos meses que te preceden y termina con la llegada de los Reyes. Ya sabes a cuantas más luces “más trabajo, más platos de lentejas en las mesas y quizás hasta algún turrón de chocolate.

Pero lo que quizás más me dolía entonces y nunca te lo he contado, era ver todos estos anuncios en televisión que nos anunciaban la llegada del hijo que llegaba a casa por Navidad.

Hablo de ti, pero de mi Navidad, la que hoy espero. Les hablo de cómo vivo mi cuento de lentejas en estos días de tantos recuerdos y momentos vividos, y algún día espero que positivicen todo cuanto hoy les duele ver, oír o añorar. Por cierto el Niño Jesús que está presidiendo mi hogar, y termino, es el niño que llevo siempre dentro de mí, lo hago crecer amando, es un medicamento sin contraindicaciones y a los Reyes que vienen un poquito después, les escribo una carta porque aún creo en ellos.

Os deseo que parte de vuestros sueños se cumplan en el nuevo año 2024.

Maria Dolors Estivill Martínez (Lola)

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