Dilluns i la incertesa de una altre setmana plena de noticies que hauria de escoltar, però la ment comença a saturar-me i, a la vegada, per salut mental, ha de seleccionar i posar-li límits també al temps de escolta.
Sols penso amb els que han perdut un esser estimat i no desitjo aquest dolor per ninguna mare, pare, esposa, marit, fills, … que sentin aquest dolor perquè, per moltes paraules que tingui el diccionari, no es pot definir.
Torno a repetir, o comprem cabassos de sentit comú, responsabilitat i sacs plens de valors com: la sensibilitat, la humilitat, el respecte, la responsabilitat…, o aquest virus té uns grans aliats.
TRADUCCIÓN Lunes y la incerteza de otra semana llena de noticias que debería escuchar, pero la mente empieza a saturarme y, a la vez, por salud mental, ha de seleccionar y ponerle límites, también, al tiempo de escucha.
Solo pienso en los que han perdido a un ser querido y no deseo este dolor para ninguna madre, padre, esposa, marido, hijos, …, que sientan este dolor porque, por muchas palabras que tenga el diccionario, no se puede definir.
Vuelvo a repetir, o compramos capazos de sentido común, responsabilidad y sacos llenos de valores como: la sensibilidad, la humildad, el respeto, la responsabilidad, …, o este virus tiene unos grandes aliados.
SUEÑO DE TERESA CORBELLA GALCERÁN
Ayer tuve un sueño con Marta. La verdad es que me encanta soñar con ella porque algunas veces la veo y es ella. Normalmente no recuerdo su cara, claro cuando miro sus fotos sí. Siempre, o casi siempre, que sueño con ella, la escena es en un hospital. Esta vez no iba a ser menos.
Soñé que estaba hospitalizada por el coronavirus. No me la dejaban ver, pero como me conocía tan bien el hospital, me iba por los escondrijos y al final la encontraba en una sala llena de camas, pero la reconocí y me puse muy contenta porque yo sabía que estaba soñando, pero pensé “mírala bien y reconócela, disfruta de su cara porque estás soñando y luego volverá a desaparecer de tu mente la cara“. Así lo hice. Me grabé sus ojos, su cara, su sonrisa. Tanto que aún me dura.
En el sueño mi hija mayor Montserrat, me siguió y se abalanzó a su hermana. Yo la reñía porque no la podía tocar por miedo de contagiarla y que pudiera empeorar.
Lola, a Marta, debido a las quemaduras, no la pudimos acariciar mientras estuvo en la UCI.
Le conté el sueño a Montse, mi hija mayor, y me dijo: “mamá ¿me dejaste tocarla?” Yo le dije que sí, ¡qué iba a decirle!
Lola, lo que quiero decir, o me imagino, es que en mi sueño ha querido decirme que aunque hayamos perdido a nuestros hijos, los tenemos siempre con nosotros, en el corazón, en los sueños.
¡NO LOS PERDEMOS!
MI SENTIR (LOLA)
A veces, los sueños se hacen realidad, en parte.
Cuando la muerte nos arrebata a nuestros hijos, a nuestros seres queridos, se desencadena un cuento que lo vives todos los días. Sí, Teresa, no quiero llamarlo de otra manera.
Pienso, después de muchos años, que todos los pequeños cuentos que contábamos a nuestros hijos, tenían un final feliz.
Así quiero vivir mis días, “el cuento realidad”.
Como tú, Teresa, también soñaba con un bonito proyecto de vida. Lo mismo que cuando tú y tu esposo decidisteis montar una casita donde anidar vuestro amor.
Más tarde vino Montse y luego Marta, qué más narración queríais.
Queríamos la mejor, pero en todo cuento la trama se complica en nuevos momentos, unos más bonitos que otros, pero al final soñábamos con un feliz desenlace.
Aunque yo le llame cuento, “la historia es de un autor desconocido” y el final no es el esperado, como así fue con Marta.
Marta fue “especial ”, vosotros le tuvisteis que dedicar la vida para que siguiera con sus dificultades.
Hoy sentada delante del ordenador y pensando en cómo va trascurriendo vuestra historia. Os conocí cuando un día Marta os dijo “hasta luego“. La muerte se acercó, ella sabe llegar y os dejó desnudos ante un dolor al que le habéis añadido un montón de sufrimiento y llorando le pides perdón, pues crees que quizás no fuiste la madre 10.
¡Hay Teresa!
Eres la madre que Marta necesitaba y quería. Y tú la quisiste, la quieres y la querrás siempre MÁS QUE A TU VIDA y te lo escribo en mayúsculas.
Cada lágrima no derramada duele, a veces, más que las que se derraman.
Pero el cuento no ha terminado y la princesa Marta abre una rendija en el Cielo y viene a visitarte en tus sueños.
Desde mi sentir, Teresa, tu hija vendrá a verte tantas veces como la necesites y vendrá como tú la dejaste, en el Hospital. Aún has de hacer un largo camino y ella lo sabe, por eso cuando te pregunta tu hija Montse si le dejaste abrazar a su hermana y le dijiste que sí, tú sabes que Marta ahora no le puede trasmitir nada y a Montse la haces feliz y tú lo sabes.
Marta ahora vive feliz y sin problema alguno.
Su sonrisa no necesitas encontrarla. Ella te la regaló en el sueño y si hoy no recuerdas su cara tampoco la necesitas, pues es parte tuya y la tienes grabada en tu alma. Cuando aprendas a vivir con este dolor, no necesitarás fotografías.
Como en todos los cuentos queda la historia y su final. Has sido una madre afortunada de vivir con Marta y ella te ha regalado su mejor sonrisa para que tú se la regales a Manel y a Montse y sepáis que algún día, desde mi sentir, os volveréis a abrazar eternamente.
Hoy debéis amarla con este gran corazón que sé tienes.
No la habéis perdido. Sólo tenéis que encontrar el enlace que no se ha roto, el enlace del amor. Debes creer que Marta, Montse, Manel y tú sois protagonistas de una bonita historia de amor, que la muerte es lo único que no pudo llevarse y que os volveréis a encontrar en vuestro Cielo.
Creo en mí y en mi profesión como enfermera y sobre todo como Experta en Trabajo Grupal, de este “creer se ha creado” unos grupos de autoayuda que para mí son totalmente terapéuticos. En este crear he puesto mi entusiasmo y una búsquda de métodos válidos donde rescatar a estos “enfermos transitorios” con el objetivo cierto y comprobado de restablecer su seguridad y la esperanza de que se puede vivir a pesar de …
Hoy me despido hasta el lunes de todos vosotros y de quienes desde profesiones diversas nos cuidan para que sigamos con la esperanza que hay profesiones pocos valoradas, pero que merecen mi respeto y mi agradecimiento por su inmenso trabajo.
Una abraçada
Maria Dolors Estivill i Martinez (Lola)
Cuanto se puede llegar a sufrir en este mundo? Algunos lo pueden expresar…otros no…pero para todos existen personas que, intentando dar sentido a su sufrimiento , ayudan a otros a encontrarlo. Y es la forma mas humana , cordial e inteligente d hacerlo, mientras esperamos llegar a un lugar donde volvamos a encontrarnos con nuestros seres queridos.
Lola me encanta tu comentario. Siempre que estén en nuestro recuerdo estarán con nosotros y en nuestro corazón y se puede soñar que viene a verte y yo por lo menos me siento afortunada que siempre que he soñado lo he visto, cómo era el amor de mi vida, lleno de vitalidad o gastándome una broma